sábado, 13 de junio de 2015

A imagen y semejanza: inteligencia artificial. Cómic


A imagen y semejanza: inteligencia artificial


Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano resulte dañado.
Todo robot obedecerá las órdenes recibidas de los seres humanos, excepto cuando esas órdenes puedan entrar en contradicción con la primera ley.
Todo robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando esta protección no entre en contradicción con la primera o la segunda ley.
Las tres leyes de la robótica Isaac Asimov


De acuerdo al mito, en el principio, Dios creó el paraíso y la tierra; creó también a Adán y a Eva a su imagen y semejanza. En el siglo XX, los descendientes de la creación, intentan reproducir sus “orígenes” y desarrollan la inteligencia artificial a imagen y semejanza, o no…Hasta en estos tiempos, el referirse al término “inteligencia artificial” implica una serie de cuestiones complejas, comenzando por las ideas que se han manejado alrededor del tema, provenientes de los libros de ciencia ficción y de las películas del género; sin embargo, es importante tener en cuenta que estas escenas que en múltiples ocasiones, se nos han presentado como  apocalípticas  versiones  de los robots[1], no son más que productos de la imaginación de genios que saben cómo utilizar sus recursos para envolver al lector y al espectador con sus fascinantes historias. Incluso si escuchamos el término “robot” podemos darnos cuenta de que esta palabra, ya  no sólo hace referencia a los típicos  seres metálicos que se conocían; ahora se piensa en un robot, como en un todo, como un ser creado por el hombre, el cual le ha otorgado, mediante programación, cualidades que en la actualidad se encaminan al beneficio de la humanidad; reitero, se encaminan, debido a que su desarrollo está en evolución constante.



 Es bien sabido que este tema ha estado acompañado de cierto rechazo o temor, ya que se ha creído que llegará un momento en el que las máquinas con inteligencia, se revelarán en contra de la raza humana o que poco a poco se irán convirtiendo en nuestros reemplazos. Pero la inteligencia artificial no persigue ese fin, se trata de facilitar las tareas complejas, en la industria y en el día a día, tal y como lo vemos a diario, las computadoras son ejemplo de ello y en tal caso, es el humano, el responsable del uso que se le dé a los grandes avances logrados, que inicialmente (en su mayoría), tienen por objetivo la evolución y el bienestar humano.
         El hombre no será reemplazado por las máquinas si él no lo decide así; sabemos que existen androides muy similares al humano, capaces de imitar nuestros movimientos, gestos y de articular frases sencillas, lo cual, no sería posible si no existiera una persona que previamente hubiese integrado un sistema de circuitos y bases de datos que dieran al androide las indicaciones para realizar alguna acción, una vez encendido.


Lo que sí es probable, es que los humanos lleguemos a convertirnos en una especie de cyborgs, que en algún momento lleguemos a necesitar de alguna parte robótica que nos ayude a reemplazar alguna parte de nuestro cuerpo que ya no funcione más. Cabe mencionar que esto para nada nos es ajeno, existen las prótesis, por ejemplo de piernas, existen aparatos auditivos que sin duda, con ayuda de algún software y programación adecuada, puedan incluso igualar la parte afectada y reemplazarla por completo, haciendo que tenga sensibilidad y conexión con el sistema nervioso, lo que nos llevaría a tener una mejor calidad de vida en un mundo que poco a poco va en decadencia por la falta de cuidados que tenemos como humanos para nuestro hábitat.


      Por otra parte debemos ser conscientes de que con el desarrollo de mayor tecnología, aplicaciones para celulares, software avanzado y demás adelantos, el ser humano, al no saber manejar adecuadamente estos recursos, comienza a convertirlos en herramientas que pierden el carácter benéfico con el que se crearon; uno de los ejemplos con los que más estamos familiarizados, son los smart phones, que deberían ampliar nuestras rutas de comunicación y que lo han hecho perfectamente por el medio virtual pero que en gran parte de la población, han sido contraproducentes, ya que la persona se concentra tanto en su dispositivo móvil y entorno virtual, que comienza a perder contacto con su realidad inmediata, con su familia y amigos, hasta llegar momento en el que el único contacto que tienen es mediante mensajes a través de redes sociales.
            Para concluir, menciono (nuevamente) que la inteligencia artificial depende de la aplicación y de la finalidad con la que se emplee y que de ninguna forma será un reemplazo de la humanidad si esta no lo decide así; las máquinas no cuentan con voluntad propia, por lo que no son capaces de tomar decisiones o llevar  a cabo una acción sin previa solicitud autorización o programación humana.

 Referencia bibliográfica

Gómez Herrera, R. (2013). La inteligencia artificial. ¿Hacia dónde nos lleva?
¿Cómo ves?, N°. 2, (Pp. 8-11). México: UNAM, recuperadoel 13/04/15 de: http://www.comoves.unam.mx/assets/revista/2/la-inteligencia-artificial-hacia-donde-nos-lleva.pdf



[1] La palabra robot, acuñada en 1921 por el escritor checo Karel Capek.

viernes, 8 de mayo de 2015

Ser un estudiante en línea

El mundo en el que habitamos se encuentra en constante transformación; día con día surgen nuevas ideas, proyectos; se le dan distintos usos tanto a la tecnología como a los sistemas de comunicación e información que conocemos. De esta forma y tomando en cuenta que todo se encuentra en un constante cambio; el ser un estudiante en línea (modalidad a distancia), implica una serie de grandes desafíos que tienen como finalidad, garantizar el adecuado aprendizaje de los principales actores en este sistema: los estudiantes.
Si tomamos como base un 100%, en este aspecto, el estudiante en línea tiene prácticamente el 90% de la responsabilidad de su aprendizaje, debido a que el trabajo en un entorno virtual exige al estudiante, convertirse en un agente activo para generar y adquirir su propio aprendizaje.



Características del estudiante en línea

Las siguientes características son indispensables para toda persona que se encuentre interesada por la modalidad del estudio en línea.

Actitud proactiva 
El estudiante en línea debe considerar que este sistema le brinda gran libertad y autonomía, que le permite tomar decisiones respecto a tu propio aprendizaje y forma de estudio, sin llegar a perder la vista de su objetivo principal.

Compromiso con el propio aprendizaje
Se debe asumir que se es responsable del propio aprendizaje, ya que se convierte en un agente activo
 del aprendizaje.





Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias
Al ser consciente de sus fortalezas, el estudiante se vuelve capaz de desarrollar nuevas habilidades que le permitan desarrollarse íntegramente como un ser académico, aplica sus conocimientos y está en constante búsqueda de estrategias y mejoras que le permitan continuar adecuadamente su formación.

Actitud para trabajar en entornos colaborativos


Adquiere nuevas experiencias, conoce gente, colabora... estudia en línea.
Al estudiar en línea, se encuentra con un ambiente que le permite establecer contacto con personas de otros lugares del mundo; se adquieren nuevas experiencias y conocimiento, por lo que es importante crear redes de comunicación y colaboración para trabajar de una forma más amena.

Es importante tener metas y objetivos definidos para hacer todo lo posible por alcanzarlos, una vez que se sabe hacia donde se quiere ir, es más fácil trazar una ruta para llegar exitosamente al destino.